AMATERASU, LA DIOSA DEL SOL

Hoy os hablaré de la diosa Amaterasu, ¡espero que os guste!
Amaterasu es la diosa del sol en el sintoísmo y supuestamente antepasada de la familia imperial japonesa. 

Izanagi, tras perder a su mujer en el parto del dios del fuego, fue a buscarla a los infiernos y al fracasar, volvió, se lavó el rostro y engendró a tres dioses: Amaterasu; diosa del sol, de su ojo izquierdo, Susanoo; dios de las tormentas y el mar, de su nariz y Tsukuyomi; dios de la Luna, de su ojo derecho.


Amaterasu gobernaba los cielos junto a su hermano, Tsukuyomi, pero este mató a la diosa de la comida, lo que provocó que la diosa le nombrara como dios maligno alejándose de él. Y así es como se separó la noche del día.

También había una larga rivalidad entre Amaterasu y su otro hermano, Susanoo.

Antes de su descanso divino, Izanagi repartió su reino entre sus tres hijos. Susanoo se quedó con la tierra, el mar y el rayo, pero no los deseaba. Aprovechando el descanso de su padre, se enfrentó a su hermana para ver quien creaba más dioses. Cada uno cogió un objeto del otro, engendrando dioses y diosas de ellos. El problema empezó cuando decidieron de quién era cada dios. Amaterasu engendró a tres diosas de la Totsuka-no-Tsurugi, mientras que Susanoo creó a cinco dioses del collar de su hermana., declarando que el ganador era Susanoo.
Los dos estuvieron satisfechos con el resultado por un tiempo, pero Susanoo, el dios de la tormenta, se inquietó. En un brote de rabia, destruyó los campos de arroz de su hermana, mató el caballo celestial y tras cortarle la cabeza la tiró en el templo donde tejían el mundo sus doncella matando a varias y mató a uno de sus asistentes, lanzó excrementos a templos y palacios de amaterasu. Amaterasu, movida por la furia y el dolor, se escondió dentro de Ama-no-Iwato ("cueva de roca celestial"), ocultando el Sol durante un largo periodo de tiempo. 

 
Por esto, Susanoo fue expulsado del Cielo. Dado que el sol desapareció los espíritus malignos y el caos se apoderó de todo por su culpa. Mientras, intentaron persuadirla 8 millones de espíritus de la naturaleza. Para ello tenían un plan. Colocaron un espejo delante de la cueva y empezaron a festejar dando a entender a la diosa que estaban dando la bienvenida a una nueva deidad. Esto provocó su curiosidad. Al salir y verse reflejada en el espejo se deslumbró y los dioses aprovecharon esta oportunidad para cerrar la cueva y posteriormente convencerla de volver a alumbrar el mundo.
Al final resolvieron su conflicto cuando Susanoo le entregó como regalo de reconciliación la Kusanagi-no-Tsurugi.

¡Esta canción de vocaloid resume todo lo que acabo de decir!


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